Por Ben Enríquez, Jefe de Logística y Aduanas de México en Uber Freight | Publicado originalmente en Talking Logistics
La deslocalización hacia México está ganando adeptos entre los transportistas a un ritmo acelerado. Para hacer frente a la demanda, México abrirá 25 nuevos polígonos industriales a finales de 2023, impulsado por la 35.000 millones de dólares en inversión directa extranjera total a partir de 2022. Además de eso, 88% de las pequeñas y medianas empresas con sede en EE.UU. están reorganizando sus cadenas de suministro para utilizar proveedores de México este año. La deslocalización cercana seguirá creciendo hasta bien entrado 2024, y si los transportistas no están considerando ya esta estrategia, corren el riesgo de quedarse rezagados en el mercado.
El nearshoring es una práctica utilizada por las empresas para deslocalizar sus operaciones empresariales de una región lejana a un país más cercano y próximo. Aunque el nearshoring no es un concepto nuevo, en los dos últimos años ha cobrado un gran impulso en la cadena de suministro transfronteriza norteamericana debido a factores como los retos geopolíticos de Rusia-Ucrania y Estados Unidos-China, las preocupaciones por la seguridad y el deseo de minimizar la huella de carbono. Los ejecutivos buscan optimizar sus cadenas de suministro globales y acercar las operaciones a casa, todo ello con un precio más económico.
Entonces, ¿qué necesitan saber para navegar por el renacimiento de la deslocalización? Entrar en un nuevo mercado conlleva muchos retos que los transportistas deben tener en cuenta antes de incorporar la deslocalización a sus operaciones.
Expandir las operaciones empresariales a un nuevo país conlleva nuevas normas, reglamentos, prácticas e incluso ventajas fiscales. Desde asegurarse de que los productos y procesos cumplen la normativa hasta desbloquear incentivos críticos, los transportistas deben examinar y evaluar detenidamente cualquier nuevo mercado antes de deslocalizar sus operaciones.
Como parte del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá(USMCA) promulgado en 2020, México ofrece envíos libres de impuestos hasta el nivel equivalente de 117 USD. Dado que estas tarifas se diseñaron para permitir un mejor acceso al mercado mexicano a los pequeños transportistas estadounidenses, las empresas deben tenerlas en cuenta en su planificación transfronteriza para maximizar el ahorro de costes.
Las empresas tienen una oportunidad imperdible de elevar su nivel comercial con México sin la carga de impuestos adicionales sobre determinadas cargas. Pero conseguir incentivos tan importantes como éstos puede ser difícil en un mercado extranjero. Antes de lanzarse a la deslocalización, los transportistas deben asegurarse de que están al día de las complejidades que rodean a los programas de fomento de la exportación. Al hacerlo, pueden establecer con confianza estas relaciones comerciales y fomentar la producción en México, un paso clave hacia la creación de una actividad de nearshoring más sólida.
México se sitúa como el cuarto destino más popular para centros de producción y deslocalización de empresas, venciendo a Hong Kong, Corea, India y otros. A medida que aumente el número de empresas que emigran a México, crecerá la necesidad de aumentar la capacidad de envío a Estados Unidos.
Mediante la diversificación de los modos de transporte para incluir el ferrocarril, LTL, puertos y más, los cargadores pueden agilizar el movimiento de mercancías a través de las fronteras y estar mejor equipados para lograr sus objetivos de nearshoring. Por ejemplo, los transportistas pueden pasar de camiones completos a rutas intermodales para maximizar la utilización de los equipos, consolidar los pedidos y minimizar los kilómetros en vacío.
Para gestionar este aumento de la demanda en todos los mercados y seguir siendo ágiles frente a las perturbaciones transfronterizas, los transportistas deben asegurarse de optimizar los distintos modos de transporte para tener éxito con la deslocalización.
Con las ineficiencias que afectan a la cadena de suministro transfronteriza de EE.UU. y México, el movimiento hacia la gestión logística digital va en aumento y debe estar en la raíz de todas las soluciones empresariales para mantener la carga en movimiento.
Gracias a las nuevas tecnologías logísticas, los transportistas pueden realizar sus operaciones internacionales con mayor fluidez y desde todos los ángulos. Las cadenas de suministro transfronterizas introducen una serie de complejidades logísticas, y la adopción de nuevas tecnologías es esencial para ayudar a los transportistas a gestionarlo todo, desde el origen de la carga hasta el despacho de aduanas y la entrega final. Los transportistas deberían considerar la posibilidad de trabajar con un socio de transporte gestionado para obtener esta asistencia integral, de modo que puedan centrarse más en lo que mejor saben hacer: suministrar mercancías a sus clientes.
Ya se trate de reestructurar, diseñar o aplicar nuevas estrategias para las operaciones transfronterizas, las soluciones basadas en la tecnología impulsarán el éxito de los transportistas. Con herramientas como un sistema de gestión del transporte (TMS) y un conjunto de soluciones de aprovisionamiento, los transportistas pueden obtener la información necesaria para tomar decisiones informadas, desbloquear la transparencia en torno a los costes, acceder a los modos de transporte más eficaces y lograr una visibilidad total de sus cadenas de suministro transfronterizas. En definitiva, los transportistas con soluciones tecnológicas serán los que saquen el máximo partido de sus operaciones de nearshoring.
Después de récord histórico UU-México en 2022, a los transportistas les esperan muchas oportunidades para 2023 y años posteriores en lo que respecta a las operaciones transfronterizas. Para promover una cadena de suministro más conectada y elevar su nivel de deslocalización, los transportistas deben evaluar las complejidades de los nuevos mercados, diversificar sus modos de transporte y aprovechar la transformación digital.
La deslocalización cercana se convertirá inevitablemente en un elemento básico para las grandes empresas en los próximos años, y los transportistas que no incorporen estas tácticas clave a sus estrategias transfronterizas se perderán el movimiento del mercado y, en última instancia, se quedarán atrás.